Me siento bien

Venía dispuesta a escribir un post sobre política (ya que por esta zona de la Argentina estamos a tres días de las elecciones), pero me encontré con tantos comentarios tan pero tan lindos que me olvidé que deseo con todo mi ser quemarlos en una hoguera a todos los que se postulan parra los comicios de este año.

Realmente no esperaba palabras tan lindas de parte de todas ustedes. No porque considere que no escriben cosas hermosas, sino porque no me creía que me siguieran a diario. Yo las leo a todas casi todos los días y, hasta en algunos casos, llegué a sentir un cierto grado de ansiedad por saber qué es lo que está pasando en sus vidas o que historia nueva van a contar.

La verdad que el mundo del blog es muy raro. Es increíble los lazos que podamos llegar a crear con otras personas que, en teoría, son unos completos extraños. Digo en teoría porque, en mi caso, en varias oportunidades escribí cosas que no llegué a hablarlas con ninguna de las personas que me rodea; sin embargo las compartí con ustedes y, la mayoría de las veces, sus palabras me hicieron sentir muy bien.

Hay muchos tipos de blogs. Me encantaría tener la habilidad de poder escribir artículos periodísticos o humorísticos como hacen otras personas, pero no nací con el don de la escritura.

Es por eso que mi blog es como un diario íntimo, en el que escribo lo que siento en ese momento o lo que surge minutos antes de irme a dormir (muchas veces escribo en papel y después lo publico acá); y escribo lo mejor que puedo. No me molesta que no tengan una excelente redacción.

Realmente me alegra saber que ustedes están ahí o acá. No importa que no conozca sus caras o que, en muchos casos, ni siquiera sepa sus verdaderos nombres; el simple hecho de saber que me leen y que dedican parte de su tiempo en mi, me hace muy feliz.