Quiero trabajar!

La semana pasada tuve dos entrevistas de trabajo.

Una era para un negocio de Muebles para Bebé; mientras que la otra era para un Call Center de una tarjeta de crédito regional.

Ambas ofertas me parecen interesantes. La primera me gusta porque es un trabajo de mediodía por la tarde, lo que permitiría manejar y organizar mis horarios de la facultad.

La segunda oferta me atrae aun más que la primera porque es un trabajo en blanco, con un contrato inicial de 3 meses con la posibilidad de entrar a planta permanente a partir del cuarto mes; y, además, es en una empresa en la que una puede llegar a crecer profesionalmente. Lo malo de este empleo es que es un trabajo de 6 u 8 horas en turnos rotativos de Lunes a Sábados.

El horario rotativo me parece una verdadera porquería. Realmente no entiendo cuál es el sentido. Me encantaría que alguien me lo explicara, porque supongo que debe tener un motivo que yo desconozco.

Bueno, como venía diciendo, tuve dos entrevistas de trabajo. Ambas entrevistas me parecieron positivas y de ambas salí convencida que iban a llamarme para una segunda entrevista; pero ya es Martes y aún no tuve señales de ninguna.

Mucho no me atrae el tema de tener que trabajar en un comercio y mucho menos con niños. Es de público conocimiento que mi paciencia hacia esos infantes es muy escasa y tiende a agotarse fácilmente.

Y pensar que siempre hubo una parte de mi que soñaba con ser maestra jardinera. Juro que me encantan las maestras jardineras. Parecen mujeres muy felices. Aunque eso no depende de la profesión que una elige, sino de la actitud que una toma ante la vida. Ese es otro tema.

Bueno, ya veremos que pasa con estos trabajos.

Me gusta y quiero trabajar; lo que no me gusta es la etapa de tener que salir a buscar trabajo.

“Siempre que se cierra una puerta se abre una ventana”