martes, 3 de julio de 2007

El mundo es un pañuelo

Nadie sabe a donde nos va a llevar la vida. Generalmente da muchas vueltas, y terminamos haciendo cosas o viviendo en lugares totalmente inesperados.
A lo largo de los años vamos conociendo gente, gente que la vemos todos los días y con la que compartimos cientos y cientos de cosas. Muchas veces puede llegar a suceder algo que nos obliga a alejarnos de determinadas personas. Sin embargo, a pesar de lo poco o casi nada que seguimos en contacto, una la lleva a esa persona en los recuerdos, en el corazón y siempre la tiene presente.
Desde los 14 años que tengo un grupo de cuatro amigas a las que siempre las llamé “mis niñas”; no porque yo fuera más grande (incluso una de ellas es un año mayor que yo), sino porque yo era como la “mamá” de todas. Siempre fui bastante seria, me consideraba demasiado madura para mi edad, y ninguna de ellas tenía secretos conmigo. Yo siempre sabía todo de todas; me tocaba cumplir el papel de la “confidente / psicóloga” del grupo.
Éramos cinco, éramos inseparables y éramos todas distintas.
Noelia y Estrellita son hermanas. La primera es un año más grande que yo, y la otra es un año menor. Noelia siempre fue la más linda, y también la más caprichosa; se enojaba si las cosas no salían como ella las había planeado o si alguna de nosotras la contradecía. A veces se alejaba de nosotras, por considerarnos “demasiado chicas”. Le gustaba salir a bailar y siempre estaba enamorada de algún chico increíblemente lindo, que para las demás era inalcanzable, pero no para ella. Cuando se peleaba del chico en cuestión, caía en un mar de lagrimas y parecía que nunca se iba a recuperar de “semejante dolor”; siempre fue exagerada.
Estrellita siempre fue más tranquila. Con ella siempre me divertía más. Era la única a la que siempre le contaba todo. No era tan enamoradiza, pero era el tipo de adolescente que creía que ya lo sabía todo, que no había nada en el mundo que la pudiera llegar a sorprender, y que estaba por encima de todos. No sé cómo me convertí en su madrina de confirmación, y desde entonces siempre sentí que con ella me une un lazo especial.
Florencia fue la santa del grupo. Es adventista y siempre fue la única que respetaba y practicaba la religión. Su familia era muy linda, en especial su mamá. A Florencia se le podía contar cualquier cosa porque era una tumba, jamás hablaba de algo que no correspondía. Se horrorizaba de nosotras cuando le confesábamos que ya no éramos vírgenes, y siempre nos recomendaba una y otra vez que nos cuidemos. Iba a misa todos los sábados por la mañana y nunca salía con nosotras los viernes a la noche, porque ese era el tiempo que se le dedicaba al Señor. Siempre respeté (o admiré?) su fe.
La última, pero no menos importante, es Agustina. Ella era la más infantil de las cinco, pero ella se consideraba la más madura. Agustina era celosa de sus amigas, nosotras no podíamos ser amigas de sus otras amigas; siempre se enojaba por algo y cuando una le preguntaba a qué se debía su mala cara, ella contestaba “Es la única que tengo” (cada vez que contestaba así me daban ganas de golpearla); siempre fue medio peleadora. Sin embargo, nos resultaba imposible no quererla.
Las cinco vivíamos cerca. Agustina vivía a una cuadra de la casa de Estrellita y Noelia, yo vivía a dos cuadras de ellas y la casa de Florencia estaba a seis cuadras de la mía.
Todas íbamos al mismo colegio, pero solo Estrellita, Florencia y Agustina eran compañeras. Noelia iba dos cursos más arriba, y yo estaba en el medio.
Un año Noelia se cansó de la doble escolaridad, y se cambió de colegio; pero lo mismo seguíamos viéndola siempre porque compartía el cuarto con Estrellita.
Al año siguiente, Agustina se llevó varias materias a Marzo y no pudo aprobarlas a todas; tuvo que repetir el curso y decidió hacerlo en otro colegio. Ese mismo año yo me cambié de casa, me fui a vivir al centro y tardaba 45 minutos en llegar de mi casa al colegio; pero como era 5º año, valía la pena el esfuerzo. En Agosto murió mi abuela, las cuatro sabían que yo estaba muy mal, porque sentía que el mundo caía encima mío, y las cuatro estuvieron a mi lado en ese momento. A fines de Noviembre, Estrellita nos confesó que estaba embarazada, que se casaba en Diciembre (esa fiesta parecía un Cumpleaños de 15 y no un casamiento); y decidió cambiarse al mismo colegio del que había egresado Noelia.
En el medio quedó Florencia. Pobre Flor, de pronto se quedó sola. Noelia y yo ya habíamos egresado, y Estrellita y Agustina se habían cambiado de colegio. Florencia estaba en 5º año y no tenía amigas, porque ninguna de nosotras seguía estando ahí. Ella tuvo que volver a empezar, y armó un nuevo grupo de amigas dentro del colegio.
Obviamente todas seguíamos en contacto. Solo que a veces era más con una que con otra. La vida de todas había cambiado, pero lo mismo seguíamos siendo amigas y lo mismo nos seguíamos queriendo.
A fin de año, Estrellita y Florencia terminaron el secundario y las dos decidieron estudiar medicina. Pero Florencia no quiso ir a la facultad de acá, ella siempre había soñado con irse a estudiar a una Universidad Adventista que queda en Entre Ríos. Tratamos mil formas distintas para convencerla de que se quedara acá, no lográbamos entender por qué se quería ir, nunca lo entendimos. En esa época Florencia estaba de novia con Diego, y era tan fuerte el amor que sentía uno por el otro que durante años trataron de que ese noviazgo funcionara a pesar de la distancia. Mientras estuvieron de novios, Florencia venía cada vez que podía, y siempre que lo hacía era excusa suficiente para que las cinco nos juntemos a tomar mates.
Después de un par de años de estar luchando contra la distancia, Florencia y Diego cortaron. Ella empezó a venir menos, o venía y no nos avisaba que estaba acá. No sé qué pasó, pero nos empezó a esquivar, dejó de responder nuestros llamados y nuestros mails.
Hace dos años nos volvimos a juntar todas, menos Noelia, nos pusimos al día y hablamos de todo. Fue una hermosa tarde.
Anoche fue el cumpleaños de una prima de Federico, me encontré con una mujer que es mamá de una amiga del secundario, la cual es amiga de la mamá de Florencia; nos pusimos a conversar y, en el momento más inesperado de la reunión, ésta señora me contó que en Septiembre de este año Florencia se casa (no con Diego, con otro chico) y se va a vivir a África.
Estoy muy enojada, no puedo creer que me haya enterado por prácticamente una extraña de lo que pasa en la vida de una de las personas que más quiero y a la que sigo considerando una de las mejores amigas que tuve en mi vida.
No estoy enojada porque se esté por casar, incluso me alegro por ella. Lo que me da bronca es que me haya borrado totalmente de su vida. Me cansé de llamarla, de mandarle mensajes y de escribirle mails y que no haya respondido nunca nada.
Yo rezo todas las noches, y todas las noches le pido a Dios que por favor cuide a un grupo de personas en especial y nombro a cada una de esas personas; y entre esas personas que considero especiales en mi vida está Florencia.
Estoy dolida, estoy enojada. La llamé a Estrellita en ese mismo instante, y ella se sintió igual que yo. Federico no logró entender el motivo de mi enojo. Dice que es normal perder el contacto con los amigos del secundario. Florencia no fue una amiga más, fue una gran amiga, y yo considero que también fui una muy buena amiga con ella. Me hubiese gustado que alguna vez me dijera por qué decidió que yo ya no formara parte de su vida, eso era todo.

1 comentario:

Swimming In A Fish Bowl dijo...

Peperina.
Yo le digo, por experiencia que las amistades que son de toda la vida son para toda la vida.
Lo sé porque hace 10 años me vine a vivir acá y mis amigas de siempre lo siguen siendo, mails, telefono, messenger, viajes.
Por lo que leo, a mi me parece que ella se debió haber alejado de ustedes por su fé. No encuentro otra excusa, hay cosas que no se pueden franquear, la distancia se puede, pero las creencias tan arraigadas, no.
Me parece que debe ser eso, si no no tiene lógica.
Tiene todo el derecho de estar enojada, pero piense que esta distancia de ella no es de ahora, no es nueva, ella seguramente no las considera a ustedes de la misma manera que ustedes a ella.
Que se le hace.. unas de cal..
Le dejo un beso.
Pd: Gracias por el linkeo!!

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