sábado, 7 de julio de 2007

Sábado a la siesta...

Está nublado y hace frío. Un día demasiado gris.

Desde la ventana de mi dormitorio suelen verse las montañas, pero hoy no se ven.

No tengo nada de plata, esto de ser “mantenida” por mi papá me está dejando de gustar.

Estoy escuchando la 100. Todos los que llaman piden temas de Soda Stereo. Desde que se supo que vuelven a tocar, todos se creen Licenciados en Soda Stereo... me gusta esa banda, pero no me enloquece. Si viviera en Buenos Aires y tuviese la oportunidad de ir a ver el recital iría; pero el hecho de vivir en el interior y de no ir a verlos, no me quita el sueño.

El Jueves me volví a pelear con mi novio. Ya perdí la cuenta de la cantidad de veces que nos vamos peleamos en el último mes. Es agotador discutir tanto. Creo que los dos somos conscientes de que ésta relación está estancada y que tal vez es necesario separarnos un tiempo, pero también creo que ninguno de los dos se anima a decírselo al otro. Quiere que ésta noche nos juntemos a “hablar”; hablar de qué, de lo mismo pero de nada? De lo que él pretende que yo cambie y no tengo interés de cambiarlo?

Tengo que estudiar, pero hoy no tengo ganas. Tal vez mañana lo haga, o mejor el Lunes. Mañana es Domingo, y es medio difícil que empiece el último día de la semana.

La semana que viene tengo que ir a Ciudad Sokete. El Miércoles 11 es el cumpleaños de mi papá. Cumple 62 años. La verdad es que está grande. Mi abuela materna a esa edad ya tenía nietos, sus dos hijas ya estaban casadas y con hijos. A mi papá todavía le falta mucho para ser abuelo; la única que puede darle nietos soy yo, y todavía no estoy preparada para ser madre. Espero que mi papá viva muchos años más, que llegue a conocer a mis hijos porque realmente creo que sería un excelente abuelo. Le gustan chicos, les tiene mucha paciencia y a veces él se comporta como un niño. Hace chistes infantiles (aunque cuando está con los amigos hace chistes muy desubicados) y a la siesta ve “El Chavo del 8”. Creo que no tuvo infancia; empezó a trabajar a los 11 años y la mayor parte de su vida fue el sostén de su familia. Eso admiro de él, es muy trabajador y la mayoría de las cosas que se propone las cumple. Empezó desde muy abajo y ahora tiene mucho.

Sigue haciendo frío; dicen que estamos entrando en una ola polar.

En mi casa hay mucho silencio. Mi mamá está durmiendo. Olivia, mi perra cocker, duerme con ella. Lola, mi perra negra sin raza y medio tontula, duerme en mi cama. Y Simón, mi gato amarillo castrado, duerme en la cama de mi hermano.

Mi hermano, Javier, no está. Ayer a la tarde se fue a Ciudad Sokete con mi papá. A Javier le gusta ir ahí; siempre le gustó. A mi no, antes me gustaba, pero ahora me aburro.

Sigo aburrida. No hay nada en la tele y no tengo ningún libro para leer. Me quiero comprar un libro, pero no sé cual. Aunque tampoco tengo plata, y eso me hace volver al tema de ser mantenida.

Me voy a dormir un rato...después sigo...

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