sábado, 26 de abril de 2008

Volví - Primera parte

Hace tanto tiempo que no escribo ni en este blog ni en ningún lado, que me resulta medio extraño tratar de volver a hacerlo. Pero tal vez sea como andar en bicicleta, es algo que una nunca se olvida.
No tengo un motivo real que justifique mi ausencia por casi cinco meses. Lo único que puedo decir a mi favor es que este fue un período de GRANDES cambios.
Empecé el año medio desganada. Ya conté que el calor es no es algo que sea de mi agrado y Enero fue un mes demasiado caliente.
Pero Enero no fue solo un mes de altas temperaturas. También fueron 31 días de mucho trabajo y demasiadas responsabilidades, ya que mi jefa se fue a pasar sus vacaciones a Villa Gesell, dejando el 85% de las cosas del laboratorio a mi cargo. Realmente fue agotador, y lo que más me cansaba eran sus llamadas telefónicas dando indicaciones sin ser ella consciente de las mil y una situaciones que tuve que enfrentar yo sola mientras ella estaba en la playa.
Menos mal que mis compañeros son de fierro e incondicionales míos. Todos pusimos el hombro para que las cosas funcionen y la verdad es que hicimos un excelente trabajo del cual me siento orgullosa.
La segunda quincena de Febrero volvió de vacaciones la madre de mi jefa (que también es Bioquímica) y nos tocó a nosotros salir de vacaciones.
Por un decreto de necesidad y urgencia yo fui la primera en tomarme mi descanso.
Con Federico hace tiempo que veníamos planeando un viaje juntos, así que nos subimos a su auto y nos fuimos los dos solos a Córdoba y a Carlos Paz. Fueron 10 días hermosos. El clima ayudó mucho y la relación entre nosotros dos fue excelente.
Yo viajé en varias oportunidades a Córdoba y es una ciudad que me encanta; en cambio Federico hace como 15 años que no la visitaba y fue muy lindo poder mostrarle cosas que yo ya conocía y que para él eran nuevas. Obviamente yo también conocí cosas y/o lugares nuevos.
Fuimos a Alta Gracia, a Villa General Belgrano, a Cosquín, a la falda; conocimos la casa de la infancia del Che Guevara, visitamos shoppings, caminamos bajo la lluvia, fuimos al teatro, subimos a la aerosilla, salimos a cenar y nos perdimos miles de veces... en fin, hicimos muchísimas cosas. Lo que NO hicimos fue sacarnos una foto con el Reloj Cucú de Carlos Paz (estábamos en contra!)
Pero lamentablemente todo tiene su fin, y con mucho pesar y dolor nos vimos obligados a volver a esta provincia que sigue sin gustarme.
Volvimos al trabajo, a la rutina y volvimos a llevarnos mal. Sigo sin entender como es posible que durante 10 días nuestra relación haya sido casi perfecta y que al volver a la realidad nos volvamos a sacar los ojos.
Que se yo... son cosas que pasan.
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